May, La Saga del Exilio en el Plioceno

Seguros bajo la cuarteada costra salina de la playa, habían almacenado sus pequeñas porciones de fuerza vital, resistiendo el calor y la sequía y la acción química hasta que otra extraordinaria tormenta de lluvias, que se producía una vez cada cien años, regara la cordillera Bética del plioceno, hinchara el río proto-Andarax, y llenara el Gran Pantano Salino hasta desbordarlo. Entonces, durante unas breves semanas, los centenares de kilómetros cuadrados de secos lechos de lagos que se extendían entre los límites occidentales del pantano y la suave elevación de Alborán estallarían en una prolífica vida