Tito Livio, Historia de Roma desde la fundacion de la ciudad

Trasladó a Roma las obras de arte de la ciudad, las esculturas y cuadros, que abundaban 2en Siracusa, que evidentemente eran un botín quitado al enemigo conseguidos por derecho de guerra. A partir de ahí, por otra parte, nació la admiración por las obras de arte griegas, y a raíz de esto, el abuso del expolio indiscriminado de todo lo sagrado y lo profano que últimamente se ha vuelto contra los dioses romanos, empezando por el propio templo que Marcelo decoró espléndidamente. 3Los extranjeros, en efecto, solían visitar los templos dedicados por Marco Marcelo atraídos por las magníficas obras de ese género, de las que queda sólo una pequeñísima parte