Cuando los poetas posteriores emplean imágenes que concuerdan con la tradición, nunca es fácil saber si obedecen a una coincidencia o a una decisión consciente. A muchos artistas de hoy en día les gusta fingir que presentan de manera inocente sus prodigios gracias a su armonía natural con los fundamentos del ser, cuando en realidad se han pasado unas cuantas noches leyendo a Jung, Freud, Nietzsche y Joyce.
