En consecuencia, cuando sucedían grandes calamidades o acontecimientos sin precedentes —una plaga, una invasión extranjera— era en esta penumbra donde todo el mundo buscaba al líder carismático apropiado para la ocasión. Era así que de repente hallaban que una persona que de otro modo habría pasado toda la vida siendo algo similar al tonto del pueblo poseía notables poderes de previsión y persuasión; incluso era capaz de inspirar nuevos movimientos sociales entre los jóvenes o de coordinar a los adultos del País Nuer para que dejasen de lado sus diferencias y se movilizasen por un objetivo común; a veces, incluso, proponían visiones totalmente diferentes de cómo debía ser la sociedad nuer.