Nuestro acercamiento será, en tanto y cuanto sea posible, escéptico, histórico y descriptivo; y donde nos falle la historia y aparezca alguna otra cosa, como en un espejo, oscuramente, indicaremos las conjeturas meditadas de las máximas autoridades en la materia y dejaremos el resto en silencio, reconociendo que en ese silencio pueden estar durmiendo no sólo el grito de la jungla del Driopiteco, sino también una melodía supernormal, que quizá no se ha de oír en otro millón de años
