Historia del siglo XX – Eric Hobsbawm

Sin embargo, los Estados Unidos simplificaron las cosas en dos de los antiguos países enemigos, Japón e Italia, al crear lo que venía a ser un sistema permanente de partido único. En Tokio, los Estados Unidos impulsaron la fundación del Partido Demócrata-Liberal (1955), y en Italia, al insistir en la exclusión total del poder del partido de oposición natural porque daba la casualidad de que eran los comunistas, entregaron el país a la Democracia Cristiana, con el apoyo suplementario, según lo requiriera la ocasión, de una selección de minipartidos: liberales, republicanos, etc