Anais Nin, Diarios

Y luego pasamos a los papeles que yo interpreto. Quise ser la mujer que Artaud necesitaba, inspirar su poesía y rescatarlo de la locura. Quise ser la escritora decorativa y encantadora de «salón», la artista decorativa clásica que mi padre deseaba. Quise ser la mujer no nacida de la costilla de Adán sino de sus necesidades, invenciones, esquemas propios