Dionisio de Halicarnaso, Historia Antigua de Roma

sobre las ciudades volscas cayó, de improviso, una peste tan grande como no se recuerda que haya habido en ningún otro lugar griego o bárbaro, destruyendo por igual a personas de toda edad, fortuna y constitución, tanto fuertes como débiles. La extrema magnitud de la desgracia quedó probada en una ciudad renombrada de los volscos, de nombre Velitras, por entonces grande y populosa, de la que la peste dejó una sola persona de cada diez, atacando y llevándose a los demás.