Dionisio de Halicarnaso, Historia Antigua de Roma

Como las disputas no teman fin, los patricios, temiendo que, cuando se propusiese la ley, se produjeran robos de votos, refriegas y todos los demás actos de violencia que suelen tener lugar en las asambleas con disensiones internas, se reunieron en el Senado para deliberar sobre todo ello de una vez por todas.