Plutarco, Vidas paralelas

Y todavía embotaban más el valor de sus soldados las predicciones de sus sacerdotisas, que profetizaban el futuro observando los remolinos de los ríos y conjeturando a partir de los torbellinos y del ruido de la corriente; las sacerdotisas les prohibían entablar batalla antes de la aparición de la luna nueva.