También los poetas irlandeses tenían, quizá, algo parecido a una sanción sobrenatural, pues un poeta principal tenía que conocer no sólo innumerables clases de poesía, sino también el arte de mantenerse en trance durante nueve días
blah, blah, blah…
También los poetas irlandeses tenían, quizá, algo parecido a una sanción sobrenatural, pues un poeta principal tenía que conocer no sólo innumerables clases de poesía, sino también el arte de mantenerse en trance durante nueve días